jueves, 24 de marzo de 2011

… Y ENTRÓ EL FRESCO Y SE LO LLEVÓ TODO 


“Antes que un camino de perfección
hay que trazarlo de mejora” 
(Rafael Marín: La Leyenda del Navegante)

¿Qué pasa con las obras ejecutadas junto a los hospitales?¿Existe control de los riesgos sobre los pacientes más débiles? ¿Podemos los usuarios ayudar a nuestros familiares ingresados?
Expondré el problema, lo van a entender rápidamente:
Resulta que hay una obra junto a un hospital de mi entorno, y resulta que el polvo de la misma entra por las ventanas del pasillo de acceso a la UCI, y resulta también que las puertas de la UCI, al ser abatibles, favorecen la entrada y salida de dicho elemento a su antojo.
Si yo les contara cuántas veces he tenido que cerrar esas ventanas… y cuántas veces he  tenido que "luchar" contra los familiares que se empeñaban en mantenerlas abiertas pese a los carteles de aviso...
Pero situémonos. Por favor, lean este fragmento de una noticia publicada en elpais.com, el 25 de Enero de 1999: La semana pasada dimitieron el director gerente y el director médico del hospital Meixoeiro de Vigo, después de que cuatro pacientes que habían sido operados en el centro murieran por una aspergillosis originada por la presencia de una variante de este hongo en el quirófano. […] Los responsables de Medicina Preventiva del hospital han atribuido a unas obras la presencia del aspergillus”. 
Y dirán ustedes… ¿quién es el Aspergillus éste?


Aspergillus es un grupo que engloba alrededor de 200 hongos, y es ubicuo. Su hábitat natural es el heno y el compostaje. En 1729 el Aspergillus fue catalogado por primera vez, y recibió su nombre por parecerse al instrumento usado para dispersar agua bendita (¡!). Es un hongo oportunista y entre las patologías más frecuentes que genera se encuentran graves trastornos pulmonares, colonización de prótesis, meningitis, afectación del oído externo, sinusitis, etc.
Se preguntarán ustedes, ahora que ya conocen la gravedad del asunto, ¿qué hacen los responsables de un hospital para evitar esto?¿cómo protegen a sus pacientes más débiles? ¿podemos los usuarios hacer algo al respecto?
Pues miren, lo de cerrar las ventanas iba por ahí, pero, de una forma más compleja, existen otras maneras de gestionar estos riesgos, por desgracia frecuentes y muy difíciles de eliminar, basadas en lo que se conoce como Bioseguridad Ambiental (BSA).
Seguro que estos términos han evocado en su imaginación imágenes como ésta:
    

O esta otra:


Bueno, es algo mucho menos “peliculero”. Se entiende por BSA aquella situación ambiental con niveles aceptables de contaminación de esporas fúngicas que hace improbable la adquisición de infecciones de transmisión aérea por parte de enfermos susceptibles (Sánchez Payá, Servicio de Medicina Preventiva. Hospital Universitario de Alicante).
El documento de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene sobre BSA en Hospitales, señala aspectos a tener en cuenta y conductas a seguir frente a este riesgo.
Igualmente, los Centros de Control de Enfermedades ofrecen cursos gratuitos sobre Bioseguridad Ambiental para trabajadores.
Vean ustedes que los profesionales sí nos preocupamos sobre estos aspectos, pero también es importante que las personas más cercanas a los enfermos reconozcan la existencia del riesgo y asuman su parte de responsabilidad.

Así, cuando, Dios no lo quiera, se vean esperando en un pasillo de hospital y venga alguien a cerrarles las ventanas, no se enfaden, hombre, que estamos... 

“... TRABAJANDO PARA USTEDES”.



Inmaculada Villén Salán

1 comentario:

  1. Hola Inma.
    Es cierto lo que comentas. Una de las iniciativas clave en materia de seguridad es intentar reducir lo máximo posible las bacteriemias en UCIs. El proyecto se llama Bacteremia Cero y está consiguiendo resultados magníficos en muy poco tiempo ( cifras por debaje de 3 cuando hace solo unos años andábamos por encima de 6)
    Sin duda, además de la intervenciones que dependen de los propios profesionales sanitarios se necesita intervenir sobre los factores sistémicos. la protección de los espacios "sensibles" ( y una UCI lo es) deberían ser suficiente prioridad como para que no dependa de la lucha entre profesionales y pacientes por cerrar una ventana.
    El caso del Mixoeiro tuvo en su día una repercusión muy grande. No se si sus lecciones fueron suficientemente adquiridas.
    Muchas gracias por recordar su importancia

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