“Las formas sociales se descomponen y derriten antes de tener el tiempo necesario para asumirlas; al no tener el tiempo suficiente para solidificarse no pueden servir como marcos de referencia para las acciones humanas y las estrategias a largo plazo”
Empecé esta semana leyendo esta reflexión de Zygmunt Buaman que sintetiza en pocas palabras la vida en sí misma. Podemos aplicarla tanto a nuestro entorno social como a la gestión sanitaria. Que sencillo es hacer amistad en cualquier tasca de cualquier rincón del mundo que se desvanece cuando se acaba el líquido de nuestra copa y que sencillo parece hacer gestión sanitaria si no se es capaz pensar estrategias a largo plazo que garanticen la solidificación de la estrategia. Tras este tiempo tratando de comprender y aprender de políticas sanitarias y gestión se me hace difícil pensar que solo la cercanía de las elecciones municipales ha llevado a nuestros políticos-gestores a pensar en abrir precipitadamente el nuevo hospital Universitario Granada en estos momentos de crisis y de incertidumbre y tras un tiempo publicitando que los más importante era la unificacion y crear unidades de gestión clínica para garantizar la equidad de atención a los ciudadanos (hoy clientes-votantes) y por ende disminuir los costes, tan importantes en estos días y probablemente más en los venideros. Necesitamos cambios en profundiad pero explicitando la direccion del cambio, necesitamos cambios que abarquen el conjunto de la organización (arquitectura, rutina, personas, cultura) porque ningún proceso es completo si no se abarca completamente. No alcanzo a entender cómo se puede cambiar de orientación en un espacio de tiempo tan cercano en una cuestión tan importante para la comunidad: la salud; porque "quien tiene salud tiene esperanza y quien tiene esperanza es dueño de todo" y de su voto.
Si tan líquidas , casi gaseosas, son las decisiones en gestión sanitaria… me hace pensar si no nos queda más remedio que esperar sentados, como dice el proverbio a que los errores caigan por su propio peso…; si es posible con un buen líquido de nuestra tierra en una copa.
Andaba pensando en estas cuestiones cuando otra vez el líquido, esta vez embravecido y devastador arrasó la costa noreste de Japón, engullendo a su paso todo lo que encontraba si entender de provisión, planificación ni de prevención, dejando un dantesco panorama a su paso y recordándonos que más efímero que nuestras formas sociales y la política de gestión sanitaria es la propia existencia.
Peseshet
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